miércoles, 29 de abril de 2009

Los Objetos de Aprendizaje, su utilización y evaluación.



Uno de los principales desafíos en la educación es la de elaborar planes y programas que vayan acordes a la realidad o lo que es igual la de elaborar productos educativos en la que podamos incluir las diferentes herramientas tecnológicas con las que se cuentan hoy en día. Muchos han sido los diferentes programas elaborados por diferentes instituciones educativas, principalmente las de nivel superior, pero que por políticas institucionales no se dan, o daban, a conocer no permitiendo el compartir la información hacia la comunidad escolar en general. Pero conforme pasa el tiempo dichos candados puestos por las establecimientos educativos han ido desapareciendo ya que cada vez son más las instituciones que trabajan con objetivos en común en la que la elaboración de dichos objetos de aprendizajes se dieran a conocer logrando así un trabajo interinstitucional en busca de un trabajo colaborativo. Desde un principio los objetos de aprendizaje para el comité formado por el LTSC y el IEEE son: “entidades digitales y no digitales que pueden ser utilizados, reutilizados o referenciados durante el aprendizaje asistido con tecnología” dicha definición deja muchos huecos sobre lo que verdaderamente es un objeto de aprendizaje mientras tanto uno de los autores más reconocidos en la temática y quien delimito dicha definición antes señalada menciona que un objeto de aprendizaje es “cualquier recurso digital que pueda volver a utilizarse para apoyar el aprendizaje” (Wiley 2000) de lo anterior señalado la conclusión a la que se llega de acuerdo a la autora María Soledad Ramírez Montoya, “un objeto de aprendizaje es una entidad informativa desarrollada para la generación de conocimientos habilidades y actitudes que tiene sentido en función de las necesidades del sujeto y que corresponde a una realidad concreta” siempre teniendo en cuenta las necesidades para quien va dirigido dicho objeto de aprendizaje ya que debe de ser una entidad informativa en la que se debe de generar conocimiento, habilidades y actitudes abarcando así una formación integral en función del sujeto tratándose así no de quien lo realiza sino quien lo recibe y le produzca un aprendizaje significativo, es por ello que surge todo un reto el de situar dichos objetos al alcance de todos en la se pueda poner a disposición de la comunidad educativa todo un catalogo de tecnológicas “accesibles” recursos educativos abiertos (REA) en la que se pueda crear nuevos escenarios, dando soluciones integrales en sus diferentes ámbitos educativos con variedad de contenidos de servicios, los recursos son variados pero se debe de tener en cuenta que los objetos que se diseñen tenga potencialidades especificas es por ello que el diseño de programas, así como la evaluación de los mismos y su continuo seguimientos se renueve constantemente teniendo en cuenta la contextualización y la universalidad de los mismos y precisamente este ultimo punto en el que se involucra la practica y la evaluación en el que se debe de evaluar tanto los aprendizajes como los recursos tecnológicos utilizados. El proceso de evaluación es y será siempre una constate preocupación tanto para los docentes que evalúan los proceso de aprendizaje como para las instituciones que evalúan los recursos empleados para lograr que esta sea lo mas confiable posible de las cuales surgen un sinfín de formas para poder llevarla a cabo mismas de las cuales se puede realizar de la siguientes maneras en las que se clasifican dichas formas o prácticas como son:
1. La práctica de aplicar exámenes en forma presencial: el alumno se presenta en la hora programada bajo las condiciones que el profesor o la institución establezcan.
2. La práctica de aplicar exámenes en forma virtual: se establece un periodo de aplicación en la que una de sus virtudes es la flexibilidad, cosa que no se logra con el anterior, y se requiere de una plataforma tecnológica, como el Blackboard.
3. La práctica de asignar trabajos: es una practica utilizada en la educación a distancia puesto que en ella se califica el desempeño de los alumnos en donde el docente, dependiendo de su creatividad, califica ya sea trabajo individual o colaborativo estableciendo los tiempos de entrega manteniendo la motivación de los alumnos por aprender.
4. La práctica de evaluar el desempeño en foros asincrónicos de comunicación: en esta práctica se pretende evaluar la interacción de los alumnos, maestro-alumno o alumno-alumno de acuerdo a la actividad a realizar, ya sea debates, discusión estructurada o trabajo colaborativo.
5. La práctica de evaluar el desempeño a través de medios sincrónicos de comunicación: los chats, la telefonía o las videoconferencias son algunos de los medios sincrónicos utilizados por los docentes para la evaluación en donde la interacción puede ser eficiente debido a la rapidez de las respuestas solicitadas y al mismo tiempo lograr una retroalimentación sobre el tema tratado.
6. La práctica de dejar que los alumnos se autoevalúen: se requiere de una responsabilidad compartida puesto que los alumnos asumen su propia responsabilidad la hacerlo en donde evaluaran su esfuerzo como el grado de aprendizaje logrado, según sus objetivos, aunque dicha práctica no determina la calificación final (Topping et al. 2000) pero puede ser un complemento para esta en la que el docente se propone a descubrir cierto propósitos de sus alumnos.
7. La práctica de dejar que los alumnos se coevalúen: en esta práctica se pretende evaluar el trabajo de sus compañeros ya se de manera anónima, confidencial o publica y de acuerdo con la anterior puede o no a ser determinante en la calificación del alumno.
De acuerdo a lo anterior las siete practicas antes expuestas pueden ser utilizadas en la evaluación del aprendizaje en la modalidad abierta en las cuales sus potencialidades pueden ser aprovechadas con el fin de dar una mayor credibilidad y legitimidad al aprendizaje obtenido durante el curso y que serán utilizadas por los docentes de acuerdo a las actividades realizadas y estar en constante revisión de las mismas para seguir utilizándose de manera gradual.